Es normal que todos los padres sientan
que sus hijos son los mejores del mundo mundial, los más guapos, los
más listos y los más espabilados, pero hay algunos padres y madres
que se toman los avances naturales en el desarrollo de sus criaturas,
quizás un pelín demasiado en serio.
Si una madre va al parque y comenta
orgullosa que a su hija de x meses ya le ha salido el primer diente,
automáticamente intervendrá otra madre que dirá que al suyo le
salió a los x-3, y otra dirá que eso no es nada, que el suyo ya
nació con dientes.
Esto hace que te puedas encontrar, por
un lado, padres obsesionados con que sus hijos sean los primeros en
alcanzar las etapas del desarrollo, y que lo comentarán con todo el
mundo henchidos de orgullo, y por otro lado, padres innecesariamente
preocupados porque sus hijos aún no sean capaces de ciertas cosas
con determinada edad.
Existen niños perfectamente normales
que aprenden a andar con 18 meses o a hablar a los 2 años, y los
padres de esos niños probablemente hayan pasado un tiempo
preocupándose en vano y siendo asediados por constantes “¿todavía
no...? ¡Uy, pues llevadle al médico!”, o incluso pensando que su
hijo no es lo bastante inteligente o que tiene algún problema de
salud.
Yo también observaba preocupada los
progresos de mi gansi, preguntándome si estaría dentro de lo normal
(y eso que mi pollito se podría considerar que está dentro del
grupo de los “niños adelantados”, para muchas cosas), y si podría
yo hacer algo para estimularle. Por eso me gustaría que mi
aprendizaje sirviera para tranquilizar a todos esos padres y madres,
especialmente primerizos, y futuros papás y mamás que, al igual que la gansa premamá, se sienten inquietos o incluso angustiados por si sus hijos harán ciertas cosas "cuando les toque".
En primer lugar, aprendí que cada
individuo se desarrolla de una manera y a un ritmo diferente, así
que no se les debe comparar, y que las fases del desarrollo no se
producen en momentos fijos. No existe una “edad normal” para
echar los dientes, sentarse, hablar etc... El niño no es una máquina
a la que mañana, que va a cumplir los 12 meses, le vaya a saltar un
resorte que haga que empiece a andar de repente.
Si bien es cierto que sí que existen
enfermedades y trastornos, por ejemplo del habla, que cuanto antes se
detecten más efectivos serán los tratamientos, pero no hay que dar
por sentado que tu hijo los va a padecer. Se puede vigilar, pero sin
preocuparse en exceso.
Aprendí también que el hecho de se
que alcance un “logro” de forma “prematura” o “tardía”
no quiere decir que vaya a ser así con el resto del desarrollo. El
niño que primero se pone de pie solito, puede que luego tarde muchos
meses en sentirse preparado para soltarse a andar sin ayuda, o puede
que tarde poco, depende exclusivamente de él.
Mucho me costó entender y comprobar
que la estimulación no es necesaria, y aunque mala tampoco es que sea, en exceso puede ser hasta
contraproducente, si implica que estamos forzando al niño. He visto
alguna criatura realmente agobiada por intentar comunicarle a su
madre sus deseos, mientras ésta le ignora a drede y le dice “así
no te entiendo, dilo bien” o “si me lo señalas con el dedito no
te lo daré, me lo tienes que pedir bien”. Bueno, el tema del
dedito da para mucho, sobre todo cuando a algún pediatra le da por meterse
donde no le corresponde y hace creer a la madre que si hace caso a lo
que su hijo le pide con el dedito, no aprenderá a hablar nunca y se
comunicará con dedito toda la vida o algo así.
"Así no vas a aprender nuna E.T..."
También sufro viendo bebés metidos en
tacatás durante horas, a ver si así arrancan a andar antes, o
padres convencidos de que estimulan a su hijo a tenerse erguido solo,
y por tanto andar solito antes, forzándole a sostenerse sobre sus
piernecitas temblorosas.
Y todo esto os lo dice una que no es ni
la más lista ni la más perfecta, que mi gansi también ha pasado
sus buenos ratitos en el tacataca. He tenido y tengo muchísimas
inseguridades y he cometido y cometo muchísimos errores. Sin ir más
lejos, seguí el consejo de mi pediatra cuando me dijo que a los
niños había que ponerles boca abajo, que así cogían fuerza y
gateaban antes, pero mi gansi no lo soportaba, lloraba y chillaba, y
yo cogía sus manitas y le decía con lágrimas en los ojos “tienes
que aguantar, mi amor, es por tu bien”.
Y aquí aprovecho para reafirmarme una
vez más en mi máxima: Da igual si te lo dice un libro, el pediatra,
tu madre o el Papa, si tu instinto de madre te dice que algo no está
bien, no lo hagas.
Otra cosa que aprendí es que el hecho
de que un niño alcance un logro de forma “prematura” no es
indicativo de que sea más inteligente. No se ha demostrado que ésto
esté relacionado. Pero a todos los padres les hace ilusión que su
hijo sea “el primero de la clase”, y piensan: “Mi hijo se
sentaba solito con 4 meses, con 7 se ponía de pie y ahora con 9
meses ya anda... ¡va a ser un superdotado!”... pues miren ustedes,
puede que sí, o puede que no, así que si al final es que no, por
favor no se decepcione, su hijo lo notará. Y si finalmente uno
termina descubriendo que su hijo, en efecto, es extremadamente
inteligente, por desgracia, en esta vida, esto no le garantizará la
felicidad ni el éxito.
Y es que nuestros hijos no tienen por
qué ser los mejores, ni los más listos, ni los más espabilados, ni
los más exitosos, y no es justo someterles a la presión de que es
esto lo que esperamos de ellos. Lo único que tendríamos que esperar
de nuestros hijos es que fueran felices.
"Pues yo con 6 meses ya hablaba 3 idiomas y bailaba El Lago de los Cisnes"
Jajajaja, muy cierto.
ResponderEliminarLo mas triste de todo es lo de siempre... que todo eso te lo cuente un pediatra o una enfermera, que ha sido mi caso.
- Dice al menos tres palabra?
- No
- Ni papá, ni mamá, ni agua...
- No
- Pero mujer... si te señala el agua no se la des, se tiene que esforzar...
Claro! Qué gran idea! Dejemos que el niño se deshidrate para que diga agua de una vez! Es que estos niños no aprenden, eh?
Esfuerzate tú en trabajar un poquito mejor rica...
Claro que esto fue lo que pensé, jajaja. Realmente si había alguien en esa habitación que tenía que esforzarse era yo, o bien diciendo lo que pensaba en ese momento y dejarla con las patas colgando o bien intentando hacer una bomba.
Pues ahora te llevas a tu peque al pediatra que te dijo eso y le dices: aqui esta el que señalaba con el dedito y no decia 3 palabras, venga cariño, dile a este señor el del cielo esta enladrilado! XP
Eliminar