Y seguimos con las reflexiones, estoy en modo profundo.
Resulta que hace un tiempo leí un post acerca de
una mujer que estaba harta de hacer que la infancia de sus hijos fuera mágica. Por los
comentarios que leí vi que muchas de las personas que lo leyeron lo
interpretaron como una crítica a todas esas madres que se desviven
por hacer manualidades con sus hijos, decorar la casa y las
habitaciones de los niños como si se tratase de un catálogo y
preparar tartas y galletas.
Quizá me equivoque, tal vez necesito
leerlo unas cuantas veces más, pero yo lo que vi fue a una mujer
estresada por tratar de alcanzar una especie de absurdo estándar
autoimpuesto, cuyo objetivo final era que cada minuto de la vida de
sus retoños fuera feliz y mágico.
Para que te den el carné de madre no
hace falta aprobar asignaturas como: manualidades, repostería,
costura, decoración de interiores y organización de fiestas y
eventos. Cada persona es diferente y tiene unas habilidades
diferentes. Si se te da bien y te gustan todas estas cosas, perfecto
(y menuda suerte la tuya, oye, que ya quisiera yo), pero si no,
seguro que puedes encontrar otra manera de crear esa magia para tus
peques.
En Internet se pueden encontrar
millones de ideas para hacer manualidades y actividades con los
niños, pero no significa que haya que hacerlas todas, son sólo eso,
ideas, algunas más sencillas, otras más elaboradas, algunas más
económicas y otras más costosas, pero lo importante es hacer cosas
juntos.
Si lo tuyo es la costura, tus peques
irán preciosos con la ropita que les hayas hecho, y se lo pasarán
pipa con los disfraces caseros que les hagas. Pero si no, no te
preocupes, quizás a tu peque ni siquiera le gusta disfrazarse, y si
le gusta, echándole imaginación te puedes apañar con cualquier
cosa: pintar una careta en una cartulina o un plato de plástico,
enrollaros cualquier trapo en el cuerpo, maquillaje (no hace falta
que quede como en el anuncio), etc. Mi peque se transformó en super
héroe toda la tarde usando un trapo a modo de capa.
Lo importante es intentarlo...
Si te va la decoración, la habitación
de tu peque parecerá un reino de fantasía, y si no, pues habrá que
sacar la fantasía de otra parte, y procurar que esté todo lo limpia
y recogida que puede estar la habitación de un niño pequeño.
Y si se te da bien la repostería quizá
puedas organizarle a tu peque una fiesta temática de cumpleaños
inolvidable, con todos los dulces hechos por ti, todo lleno de
farolillos y por supuesto a juego, y todo eso sin apenas despeinarte,
porque te encanta y lo haces de arte. Pero si todo esto va a suponer
que tu peque recuerde esa fecha como el día en que su madre no le
hizo caso ni un minuto porque no salía de la cocina, no paraba de
recortar farolillos porque no había manera de que le salieran
iguales, y se quedó despierta hasta las tantas maldiciendo sapos y
culebras porque los cake pops no le quedaban como en Pinterest, pues
mejor no lo hagas, prepara algo más sencillo o si te lo puedes
permitir llévalos al parque de bolas que te lo hagan todo, que ellos
se lo van a pasar pipa y tu relájate y disfruta y juega con tu peque
a tope.
En cuanto a viajar, pues es una
oportunidad maravillosa para que tus peques conozcan lugares nuevos,
se empapen de distintas culturas y visiten lugares mágicos. ¿Se
acordarán cuando sean mayores? Si vais varias veces seguro, y si no
os lo podéis permitir, yo por si acaso esperaría al menos a que
tuvieran una edad que les permitiera disfrutar de todo lo que van a
conocer. Y si la pasta no llega ni para eso (que la cosa está muy
mala), pues seguro que hay muchas otras maneras de acercar a los
peques a la cultura, mediante fotos, vídeos, y una visita cultural
por tu ciudad o por tu pueblo, que seguro que también están
plagados de maravillas.
Es increíble lo competitivos que
podemos llegar a ser, y quizá porque yo creo que nunca lo he sido,
pero no hay cosa que me parezca más absurda. Prefiero mirar a los
demás para inspirarme, para encontrar ideas nuevas o formas mejores,
más prácticas y más sencillas de hacer las cosas, pero no para
superarles, más bien para superarme a mí misma.
Si preparas una fiesta para tu peque,
hazlo pensando en lo que más le gustará y cómo se lo va a pasar
mejor, no en que sea mejor, más vistosa y más ostentosa que la del
vecino.
En resumen, que no hay que querer
compararse con nadie, ni pretender que se nos de bien todo. Es
precioso y maravilloso que nos esforcemos, nos impliquemos y
explotemos todas nuestras habilidades para hacer que la infancia de
nuestros peques sea mágica, pero si todo esto te está suponiendo un
estrés, y sobre todo, si no lo estás disfrutando, es que algo no
estás haciendo bien. La magia no se puede forzar, debe surgir de
forma natural y espontánea, y si te relajas y eres tú misma, verás
como aparece sola.