Pues sí, ¡últimas noticias! ¡La
Gansa puso un huevo!
Quería compartir la historia, aún
inconclusa, de mi tercer huevito. Lo haré por capítulos porque sé
que a muchas embarazadas (y a mí, claro) les gusta ir siguiendo la
evolución de su embarazo semana a semana, y comparar sus síntomas
entre ellas.
Pero tampoco quiero que el blog se
vuelva monotemático, así que iré alternando estas publicaciones
con las de la temática habitual.
Semana 1:
Una regla completamente
normal, puede que la última que vea en mucho tiempo. Desde luego en
ese momento no lo pienso. Ha sido un ciclo un poco corto, pero
supongo que aún me estoy regulando. Hace 8 meses que me volvió la
regla desde que parí a mi Gansi (y más de 3 años hace de eso).
Semana 2:
Ovulación. Este mes la he
notado un montón, supongo que porque aún no ovulo todos los meses,
pero éste sí, y sería capaz de precisar el día y hasta la hora,
por los calambrazos tan tremendos que he sentido. No recuerdo que
antes de tener a mi Gansi lo notara tanto. Así no necesito test de
ovulación para nada, jejeje.
Semana 3:
¿Tendrá consecuencias
aquella única noche de pasión? ¡Claro que no! ¡Que tontería! Si
ya había ovulado, no tenía ya ni flujo. Además yo siempre he
renegado y renegado de los embarazos “de una vez”. No son más
que un mito... ¿verdad?
Semana 4:
Me parece que este mes se me
va a adelantar la regla otra vez, pues vaya ciclos cortos que estoy
teniendo. ¡Ya he empezado a manchar! Con lo puntual que yo era, 28
días siempre. Un par de días manchando marrón, luego rosado y ...
¡ahora viene el rojo!... ¿Pero qué es esto? ¿Ahora se corta?
¡Menudo descontrol tengo todavía! Mis hormonas no se aclaran,
pero... ¿y si...? ¡Qué bobada! ¡No puede ser! Bueno, ya llevo un
par de días sin manchar nada, creo que no pasa nada por hacerme un
testito. ¡Lo sabía! ¡Negativo! Mira, ahí está la raya de control
y al lado blanco nuclear, bueno, parece que hay un poco de línea de
evaporación (porquería de tests de internet que me compré). Oye,
ha pasado un rato y yo diría que se intuye algo de color en la raya
de test. Uy uy uy.... Me lo repito mañana y así terminamos de
descartar. ¡Repetimos test! Lo de siempre, aparece la raya de
control y al lado nada, si es que ya decía yo... espera, espera,
¿otra vez la línea de evaporación? Ay mi madre, que esto ya es
rosa... ¿dónde hay un cromatógrafo cuando lo necesitas? Bueno,
bueno, esperamos un par de días más y repetimos, que yo hasta que
no lo vea bien no me lo creo.
Semana 5:
Ya ha pasado el día de la
falta (si mis ciclos fueran de 28 días). Con estos tests de
sensibilidad 10 me debería salir un resultado inequívoco. ¡Me
muero por compartir mi secreto! En efecto, es positivo sin dudas,
pero... ¿no debería ser más oscuro? Bueno, positivo es positivo.
Habrá que decírselo al Ganso, y cuando pase el fin de semana vamos
ya al médico. El Ganso ni se lo cree ¿pero cómo?, pues hijo, si
quieres te hago un esquema... Es verdad eso que dicen de que cada
embarazo se vive y se siente de una manera. Recuerdo que con mi
Gansi, un par de días antes de la falta ya no me abrochaban los
vaqueros, y ahora no tengo absolutamente nada de tripilla. ¿No dicen
que los siguientes embarazos se notan antes? Bueno quizá es que esta
vez me ha pillado con casi 5 Kilos menos. Voy al médico y me dice
que me va a repetir la prueba para confirmar, yo pienso “te va a
salir una raya color berenjena, por lo menos”. Viene la enfermera
con mi prueba, muy seria y me dice: Es un positivo débil... se me
cae el alma a los pies... Me dice que puede ser que ovulara más
tarde de lo que creía, me extraña porque lo noté muchísimo. La
otra explicación es que no esté evolucionando, o que sea un
ectópico. Me mandan una analítica de sangre. Llego a casa e
investigo sobre los embarazos ectópicos... ¡tengo que descartar eso
cuanto antes! Bueno, bueno, mantengamos la calma, desde luego la
prueba que me hicieron no era ni mucho menos con la primera orina de
la mañana.
Semana 6:
Sigo sin barriguita, me está
dando algo. Me sacan sangre para la analítica. Me consuela un poco
no sentir molestias ni dolor. De hecho, no siento absolutamente nada,
hay momentos que, con el ajetreo diario se me olvida que se supone
que estoy embarazada. ¡Ni un solo síntoma!... ¿Cómo que la
analítica va a tardar una semana? ¿Cómo que han perdido mi
muestra? ¡Tengo que saber qué está pasando!
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario