¿A qué embarazada no le han
preguntado, al anunciar su preñez, si prefería que su bebé fuera
niña o niño? Ya de por sí la pregunta me parece un poco
improcedente, ya que la mayor preocupación de unos padres es que su
bebé nazca y que esté sano, lo de si es niño o niña suele ser
irrelevante, lo van a querer igual. Aunque sí es cierto que, aparte
de que en el mundo tiene que haber de todo, hay familias a las que
les haría especial ilusión un sexo u otro, por ejemplo, esta a
madre de 6 varones casi le da un infarto de la alegría que le entró
cuando se enteró de que esperaba una niña.
Antiguamente el hijo varón era una
bendición, era el que mantenía el apellido y posiblemente el que
continuaba con el negocio familiar. En el caso de la familia real,
era el heredero. La mujer se sentía en la obligación de darle a su
marido un hijo varón, como si dependiera de ella, e inclusive
llegaba a disculparse si finalmente era niña.
Cuando yo nací, los parientes del
pueblo de mi padre se alegraron por él, pero era en plan “bueno,
no pasa nada, el próximo será el varoncito”, y al nacer mi
hermana a poco le dieron el pésame. Y es que se da por sentado que
el que tiene un niño querrá que el siguiente sea niña y viceversa,
para tener la parejita, sobre todo desde que se empezó a extender la
condición de tener dos hijos de media por pareja, así que si te
venían dos del mismo sexo ya te resignabas con eso, o a lo mejor se
encargaba un tercero, y se solía pensar que era porque iban a por el
niño o la niña según el caso.
Pero pese a esto hay muchas personas
que prefieren que todos sus vástagos sean del mismo género, para
aprovechar la ropa o simplemente porque tengan entre ellos esa
complicidad especial que se tiene, por ejemplo entre hermanas.
Y en caso de preferir un bebé niño o
niña... ¿Realmente es posible? ¿Hay alguna manera de elegir el
sexo de nuestro bebé? ¿Hay algún método para tener un “bebé a
la carta”?
Pues conozco varios, que ahora os voy a
contar, pero sobre algunos de ellos opino lo mismo que sobre los
métodos de predicción del sexo del bebé una vez que la mujer está
embarazada: que si funcionan es porque tienen el 50% de
probabilidades de acertar, y 50 es mucho, oye o aciertas o fallas, o
es niño o niña, no hay más.
Ya sabéis a qué métodos predictivos
me refiero: la forma de la barriguita, los síntomas de la embarazada
(molestias, manchas, vello, náuseas, ardores), el método de
sentarse en una silla que tiene un cojín en el que debajo puede
haber un cuchillo (sería niño) o si te sientas en el otro que tiene
debajo unas tijeras es que es niña, la aguja anudada al hilo o
cadenita que hace sobre la mano movimientos pendulares si es niño o
en círculo si es niña, cerrar el puño y si al lado del meñique
nos sale un pliegue que sobresale tendremos un niño...y muchos más métodos sin base científica alguna, y que como ya he dicho,
funcionan al 50% de probabilidades.
Pues bien, los métodos que conozco
para concebir a la carta son los siguientes:
La Tabla china. No sé de qué año
data, ni si realmente es china, japonesa, koreana o indonesia (es
más, yo pensaba que nuestro calendario por meses venía de los
romanos, no de los chinos, que tienen otro diferente), y en ningún
momento pretendo poner en duda la sabiduría ancestral asiática,
pero se trata de una tabla que te dice que según el mes del año en
que concibas y la edad que tengas en ese momento tendrás niño o
niña. Para empezar, no se explica cómo se da el caso de mellizos de
distinto sexo, y ya he conocido casos en que esta predicción ha
fallado, y sí, hemos contado con el dato de que lo que hay que mirar
es la “edad lunar” de la mujer. Pero ¿cómo va a influir en
absoluto el mes de la concepción? Las condiciones ambientales de un
mismo mes son distintas según el punto del planeta en el que
estemos, por no hablar de lo que varían los datos astrológicos, y
bueno, no me voy a poner a buscar todos los datos científicos que
desmontarían esta teoría, porque seguro que algo encuentro que la
ciencia no es capaz de explicar, pero a mí realmente no me parece
que tenga mucha lógica. También hay una Tabla Maya, que se basa en
la misma premisa de la edad y el mes de concepción, y resulta que
ambas tablas no coinciden en algunos puntos, así que en éstos sería algo así como chinos vs
mayas ¡fight!
Tabla china del embarazo
Tabla maya
El momento de la concepción. Se dice
que los espermatozoides masculinos son más rápidos e inestables que
los femeninos, ya que el cromosoma X (femenino) es más grande y
pesado que el Y (masculino). Mira, por lo menos éste le trata de
buscar la explicación científica. Si esto fuera así, los
espermatozoides masculinos serían los primeros en llegar al óvulo,
y si aún no hemos ovulado, también morirían los primeros dejando
paso a los a los femeninos. Por tanto, si concebimos el mismo día de
la ovulación tendríamos niño y si lo hacemos un par de días antes
tendríamos niña. Seguro que conocéis a alguien que asegura que
concibió el mismo día de la ovulación y tuvo niña, o alguien que
concibió una semana antes de su supuesta fecha de ovulación,
pensando que estaba en su momento no fértil, y los pocos días se le
adelantó la ovulación y de la “escurriaja” de espermatozoides
que según este método debía quedar para entonces (supuestamente
todos femeninos), el óvulo lo pilló uno masculino.
La alimentación (método Baretta).
Parece ser que una determinada alimentación podría hacer la
membrana del óvulo más permeable a espermatozoides femeninos o
masculinos, además de modificar el pH de la mucosa vaginal
haciéndolo más propenso a la supervivencia un tipo de espermatozoide u otro. Según
este método, una proporción elevada de potasio y sodio en la dieta,
acompañada de una disminución del calcio y el magnesio, favorece
los espermatozoides Y, es decir,la
concepción de un niño, y lo contrario para niña. La verdad es que
por muy cierto que sea esto, habría que llevar a cabo una dieta muy
especial y estricta, que no estoy segura de que fuera saludable de
mantener mucho tiempo.
Selección de
embriones. Éste para mí es el método más heavy, porque sí que
funciona sin que nadie lo pueda poner en duda, pero lo de seleccionar
embriones a mí personalmente me da muy mal rollo, aunque respeto a
quien lo haga por los motivos que sea, especialmente si son
relacionados con la salud.
Y ahora la pregunta del millón: si
pudieras elegir con total garantía de acierto el sexo de tu bebé...
¿lo harías o lo dejarías al azar?
Yo entiendo quién elige para evitar una enfermedad asociada al sexo. Por gusto, pues como que no.
ResponderEliminarYo tengo dos niñas y la tercera en camino, y siempre me dicen que ya a la siguiente el nene ¿y si quiero otra nena o ninguno más?
Exacto mavaca! yo respeto quien quiera "elegir" el sexo de su bebé, pero particularmente no lo comparto. Es verdad que la gente da por sentado que todo el mundo quiere la parejita, pero realmente hay quien no sólo no le importa sino que prefiere que sus hijos sean del mismo sexo.
EliminarY con lo bonito que es que decida la suerte!
En tu caso te felicito inmensamente por tus nenas, y te diré que la complicidad que van a tener entre ellas va a ser especial, y a la gente ni caso!
Un abrazo y gracias por comentar!