La costra láctea es un tipo de
dermatitis que aparece en la cabecita del bebé y hace que se vea la
piel rugosa y escamosa. Suele presentarse en recién nacidos pero
puede observarse en niños hasta los 3 años de edad. A veces es más
localizada en un área reducida y otras veces, como en el caso de mi
Gansi, hace que todo el cuero cabelludo de tu peque adquiera la
textura de un balón de baloncesto, siendo normal inclusive que
aparezca en las cejas, pestañas, orejas u otras partes del resto del
cuerpo.
Se le llama así porque tiene aspecto
de costras y es más habitual en bebés lactantes, pero no quiere
decir que los bebés que tomen lactancia materna sean más propensos,
ni que se vaya a solucionar dándole al bebé leche de fórmula.
Por supuesto, no les sale a todos los
bebés, ni con el mismo aspecto o intensidad en aquellos a los que
les sale.
Si no sabes esto, si no sabes que a tu
bebé le puede aparecer y que es perfectamente normal, podrías
asustarte y preocuparte mucho, porque los casos más severos pueden
tener mala pinta. Pero no es nada alarmante, ni contagioso, ni quiere
decir que no laves bien o con suficiente frecuencia a tu peque (¡que
no mami! ¡que no es culpa tuya!).
No se sabe a ciencia cierta qué causa
la costra láctea, pero todo parece apuntar a una producción natural
de sebo del propio cuerpecito del bebé, que en la mayoría de los
casos, al igual que ocurre con las “engordaderas” o granitos que
aparecen asociados a la lactancia en las primeras semanas de vida,
desaparecen por sí solos.
Para saber más:
http://www.bebesymas.com/salud-infantil/la-costra-lactea-que-es-y-cuando-hay-que-tratarla
La elevada producción y acumulación
de grasa en los bebés es beneficiosa puesto que les ayuda a regular
su temperatura. También hay que tener en cuenta que los bebés nacen
cargados de hormonas de su madre y tardan un tiempo en regularse.
Tanto es así que es habitual que las niñas manchen el pañal con
una especie de regla al poco de nacer (esto sí que asusta, por
mucho que sepas que es normal), o que se le inflamen los pechos.
Vamos que entre la regla, los pechos inflamados y los granitos parece
que los pobres nacieran en plena adolescencia...
"Mi madre no me entiende Tete..."
Así que si ves que a tu bebé le
aparece, no te alarmes, no hace falta que vayas corriendo a
urgencias, de hecho a tu peque ni siquiera le molesta, como mucho
podría picarle un poquito, pero sobre todo, no vayas a intentar
quitarla con métodos agresivos ni levantar las costras.
Aunque finalmente la costra se vaya
sola, y en la mayoría de los casos no sea necesario tratarla en
absoluto (a no ser que se infecte o se complique de alguna manera),
puedes acudir a tu médico para que te recomiende alguna crema para
suavizarlas y reducir el posible comezón, o puedes probar con
remedios naturales.
Lo que sí te puedo decir, por mi
experiencia, es que nada (al menos de lo que yo haya probado) lo va a
quitar de la noche a la mañana.
Si decides no tratarla, es mejor que
aprendas a convivir con ella, porque puede ser bastante antiestética
y no te recomendaría caer en la tentación de abusar de pañuelos o
gorritos para ocultarla, ya que cuanto más le de el aire mejor.
Incluso es posible que alguna persona poco informada se acerque con
preocupación y te pregunte qué le paso a tu pobre bebé. A estas
personas que ni saben lo que es la costra láctea (ni tienen por qué)
ni que es algo normal, mejor decirles que se lo está tratando el
médico para no evitar conflictos, ya que en mi caso cuando decía
que no le hacía nada a mi peque para quitársela me miraban con cara
de no saber si llamar a servicios sociales.
Y en cuanto a remedios más naturales,
también probamos algunos, sobre todo cuando vimos que recién le
había salido y nos preocupamos porque no sabíamos de qué se
trataba (y en nuestro caso era algo bien feito, y muy visible ya que
mi Gansi tenía muy poco pelo). No nos fue mal con el aceite de
oliva, aceite de almendras dulces, champú muy suave (a ser posible
no jabonoso), cepillado diario suavemente, mucha paciencia y
finalmente esperar a que decidiera irse por sí sola.
Como dije antes, lo más probable es
que el bebé ni se entere, sólo en algunos casos más severos pica,
y es en estos casos cuando debemos tener la precaución de vigilar
que las uñas de nuestro peque estén bien cortitas para que si se
rasca no se haga heridas o cause posibles focos de infección que
podrían agravar aún más el problema. Si se deja (mi peque no los
quería ni en pintura), ponerle guantecitos de algodón.
La verdad es que nosotros tuvimos la
mala fortuna de que a mi peque le salió una costra láctea algo
severa y encima engordaderas, así que mi bebé se llevó una
temporada con un aspecto tan de sapito que la gente empezó a
cuestionarse si no le estaría sentando mal algo, y por supuesto el
sospechoso número 1 era la leche materna. Incluso de haber sido así
(que no lo era), me resultaba chocante que los demás no entendieran
que el beneficio para mi peque era tan grande que compensaba con
creces esta pequeña fase antiestética.
Quizá si habláramos con menos tapujos
de algunos tabúes de la maternidad, en lugar de idealizarla tanto,
no nos llevaríamos tantas sorpresas (y sustos) las mamás
primerizas...
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