Los sims es el juego con el que antes de ser mamá pasaba mis horas muertas. Ahora mis horas están tan solicitadas que no tienen tiempo ni de morirse las pobrecillas.
En pocas palabras es un videojuego de simulación en el que
te construyes tu casa y tu familia. Trata de ser lo más realista posible dentro
de sus posibilidades, pero lo cierto es que cuanto más absurdas son las
situaciones que te encuentras y más surrealistas, más divertido resulta. Te
creas un sim, le haces una casa, le buscas un trabajo, tu sim liga, se casa y
tienen bebés.
Antes de tener a mi propio bebé los hijos virtuales de mis
sims no me llamaban especialmente la atención, es más, me parecía un aspecto
bastante logrado del juego, pero supongo que cuando tienes conocimientos y
experiencia en algo, tu visión cambia. Me imagino que sucede algo parecido
cuando los médicos ven una serie sobre medicina, una persona sin su formación
no verá nada raro mientras que ellos se pasarán los capítulos llevándose las
manos a la cabeza por cada licencia artística que se tomen los guionistas.
El caso es que hace un tiempo conseguí tener un ratito de
relax en casa a cambio de hacer una huelga de fregonas caídas, y aprovechando
una bendita siesta de mi gansi decidí desempolvar el juego que llevaba más de
un año sin tocar, y empecé a cuestionarme si los creadores del juego tendrían
hijos siquiera, o quizá lo que tienen es mucha guasa. Bueno, pues me lo pasé
pipa y por eso quería compartirlo, porque cualquier parecido con la realidad
(al menos con la mía) es pura coincidencia.
Resulta que a las mamás sim, cuando va a dar a luz, después
de dar un par de vueltas de peonza, les aparece la criatura en los brazos, luego
dicen oooooh, la dejan en la cuna, y siguen con su vida como si no hubiera
pasado nada.
Una de los aspectos más tronchantes del juego es la
posibilidad de dejar fluir nuestra naturaleza más sádica y hacer sufrir a los
personajes, encerrándolos o quitando el baño de la casa y cosas así, pero a mí
para echarme unas buenas carcajadas ese día me bastó con ver cómo mis sims se
desenvolvían con su retoño.
Deben ser éstos, entre otros, los estragos que han causado
en mí la maternidad y la falta de sueño, porque cualquiera que me viera
pensaría que estoy fatal de lo mío, tronchándome yo sola en el sofá, alterándome
viva y señalando la pantalla mientras exclamo: “¡Pero mírala! ¡Que lleva todo
el santo día sin coger al niño! ¿Pero es que a ese crío le da igual estar
encerrado solo horas y horas mirando al techo? ¿Y por qué narices sólo se les
puede dar biberón? ¿Para qué quieren una canguro si nada más que viene a ver la
tele? ¡Menudo rollo un niño que sólo llora cuando tiene hambre o el pañal
sucio!”
Todo esto hasta que mis obligaciones me devolvieron
irremediablemente al mundo real. Y es que creo que sí, que en el fondo estoy
fatal de lo mío…
A mi nunca se me olvidará la sensación tan mala que me entró por el cuerpo cuando esos desalmados dejaban el bebé tirado en el suelo. Me acuerdo perfectamente. ¿Dónde han dejado esta gentuza al bebé? Buscaba por la cuna o a ver si lo tenia alguien y nada. Coloco mejor la cámara y ahi estaba... junto al frigorifico, al lado de un biberon podrio y un pañal pestilente.
ResponderEliminarEs curioso como directamente le meten el biberón, y no les dan el pecho, cierto. Supongo que es algo que "no se debe ver"... Sin embargo bien que salen otras cosas...
Cambiar el pañal en el aire, conseguir que ande a base de forzar al bebé mas que nada. Que aprenda a hablar repitiendole las palabras una y otra vez como un loro. Creo que esa parte del juego necesita unos cambios urgentes.
Pero es que a mí antes no me chocaba nada de todo esto! No te das cuenta de lo poco realista que es hasta que no tienes hijos, verdad? Ah! Y si no leen durante el embarazo les sale el niño con rasgos de personalidad negativos, qué cosas!
EliminarEs cierto que no te fijas hasta que te metes en el tema, jajaja.
EliminarEn serio? Pos no sabía nada... Así me saldrían los niños...