sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Pero cómo lo harán esas madres?

   Está claro que hay niños más demandantes que otros, y madres más apegadas que otras. Ya hablaré en otro post sobre los bebés de “alta demanda” y los primeros meses de vida de mi gansi. El caso es que la diferencia entre el estado anímico de las madres, que puede ser abismal, se nota desde el primer minuto del nacimiento y depende de muchos factores.


   Por un lado está el estado físico de la madre. Dependiendo de cómo haya sido el parto, y de la propia constitución física de la mujer, podemos encontrarnos a una pobre señora que se ha quedado “pal arrastre”, sondada, sin fuerzas, rajada como una sandía y cosida por dentro y por fuera, que apenas puede sostener a su criatura, y que mira atónita y perpleja a la cama de al lado donde hay una muchacha que se levanta de un salto de la cama cuando va a coger a su bebé, pasea por la habitación hablando por el móvil y se hace la manicura mientras lee el Pronto, y su bebé duerme plácidamente hora tras hora.


   Por otro lado está lo demandante que sea el bebé, que puede ser muy dormilón o puede necesitar comer con mucha frecuencia y estar pegado a su madre constantemente (ni en la cuna, ni con otra persona, el contacto permanente que reclama únicamente es el de su madre). Y por supuesto está el tipo de alimentación que se le de al bebé. Ya me explayaré a gusto más adelante hablando de la diferencia que supone dar el pecho y dar el biberón, tanto para el bebé como para la madre.


   Una vez que te vas a casa con tu recién nacido, lo que tu cuerpo te pide normalmente es tranquilidad y descanso, pero hay una serie de trámites que se tienen que cumplir, como el registro civil, el papeleo de la baja por maternidad, o las revisiones médicas, y no siempre te puede echar una mano tu pareja para esto, como mínimo la parte del médico no te la puedes saltar.


   Así que te puedes ver andando como un cowboy hacia la consulta, sin poder estar de pie mucho rato seguido, ni sentarte porque aún te molestan los puntos y te han salido hemorroides como coliflores, con tu bebé en brazos que llora sin parar y tú no sabes por qué...


   Entonces miras a la puerta y aparece “ella”. Empuja un carrito de diseño en el que dormita una preciosa y perfumada bolita humana vestida de piqué, que al cabo del rato te dan ganas de tomarle el pulso porque no se despierta en todo el tiempo. Va impecablemente vestida, maquillada y con el pelo planchado, y mientras tú te has vestido con una mano, con lo primero que ha salido del armario que parecía cómodo, no te ha dado tiempo ni a lavarte la cara y lo máximo que has podido hacer por tu pelo es medio recogerlo en una coleta cutre.


   Y claro está, a mí me pasó esto, y reconozco que con las hormonas “a flor de piel” me entraron ganas de llorar y no paré de preguntarme “¿Pero cómo lo hace?”


   “¿Qué hacía su criatura mientras ella se duchaba, se vestía, se arreglaba el pelo y se maquillaba con toda tranquilidad? Porque debió ser un rato muy largo ¿Será que yo estoy haciendo algo mal? Por dios qué inútil debo ser”.


   Quisiera lanzar un mensaje a todas las mamás que alguna vez se han sendito así, y a las futuras mamás a las que les pueda pasar: No te preocupes, que tiene truco. No eres inútil, eres una madre NORMAL. Los bebés super dormilones son una minoría, lo normal es que tu bebé te reclame constantemente. Lo normal es que el parto te deje echa polvo durante días o semanas, lo normal es que lo que te apetezca sea estar cómoda, y lo normal es que no tengas tiempo ni para estornudar.


   “Esas madres” es muy posible que (sobre)alimenten a sus criaturas con biberón, y que una vez que han comido y están cambiados los aparquen en el carrito aunque lloren. Una pequeña parte de ellas tendrá “bebés nenuco” que no harán ruido en todo el día, pero repito que esto no es lo habitual. Así que tranquila, que no lo estás haciendo mal, no pretendas ser una superwoman, sólo disfruta de tu peque. Ya sé que suena a cliché, pero es que crecen tan rápido…



2 comentarios:

  1. Jajajaja, muy bueno. Si es cierto que cuando veia a esas madres yo pensaba que suerte! Pero es cierto, es una minoría. Lo normal es que lloren y reclamen nuestra atención. Recuerdo que en las clases de lactancia una me dijo "no te preocupes que en dos meses después de nacer se regulan" a los dos meses me entraron ganas de ir para allá y decirle MENTIRAAAAAA. Como siempre generalizando.

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    1. Siii, el famoso "a los tres meses se les arregla el estomaguito y ya comen cada 3 horas y sin cólicos" o "a los cuatro meses le das cereales y ya te duermen del tirón"... y una esperando como una lerda XD

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