domingo, 9 de marzo de 2014

Hablemos de "eso"




   Los fans de Martes y Trece ya sabrán a lo que me refiero. Hoy quiero hablar de “eso” de lo que no se suele hablar acerca de la etapa del embarazo. Un tema natural, pero para algunos incomodante, y no me refiero al campo de coliflores en que se puede transformar tu trasero después del parto, por efecto de las hemorroides, cosa de la que a mí nadie me previno y que me tuvo más de un mes sin poderme sentar sin ver las estrellas. “Eso” de lo que tampoco nadie me habló, damas y caballeros, es el sexo durante el embarazo.

   Cada mujer es un mundo, y hay casos en los que se produce el efecto contrario y sucede que, junto con los malestares asociados al embarazo, a los que algunas parecen inmunes y otras hipersensibles, el resultado es un estado de inapetencia total, e incluso en ocasiones, repulsión hacia la pareja.

   Pero lo habitual es que las hormonas se nos revuelvan de tal manera que a veces parezca que nos hemos transformado en un chico de 15 añitos. Dicen que los hombres pasan la mayor parte del tiempo pensando en sexo, de ahí que más de una embarazada pueda llegar a pensar que mentalmente se siente como un tío, y es que no estamos habituadas a estar inmensamente concentradas en un asunto y de repente sorprendernos, aparentemente sin venir a cuento, pensando en “darle al tema”. Vemos a veces cómo el sueño más inocente de repente se vuelve tórrido y nos despertamos con unas ganas tremendas de ñiqui ñiqui.

   Yo me preguntaba cómo lo hacían los hombres. ¿Cómo se puede uno centrar en nada si a cada rato estás pensando en lo mismo? Y yo que creía que eran las mujeres las que estaban condicionadas por las hormonas, con ciclos que alteran nuestro estado de ánimo.

   También cada hombre es un mundo. Hay a los que no les molesta tener relaciones sexuales mientras la mujer tiene la regla, igual que los hay que no tienen ningún inconveniente en hacerlo con su pareja durante todo el embarazo, o incluso hasta les pone, de alguna manera. Pero es muy habitual que a los hombres les de cierto reparo, especialmente a medida que el embarazo prospera.

   Esto se puede deber (o eso dicen ellos) al temor a hacerle daño al bebé, o inclusive que éste note de alguna manera lo que está pasando. El caso es que nos rechazan en el momento en el que más lo necesitamos, cuando experimentamos las sensaciones más intensas que nunca antes en nuestra vida.


 -”Ains Cari, es que no quiero hacerle daño al bebé.”
-”¡Pero si no ibas a llegar ahí ni aunque fueras Nacho Vidal!”


   Tras el parto la cosa cambia por completo. Cuando leí que durante la cuarentena se recomienda usar preservativo para evitar infecciones al mantener relaciones sexuales, me dio hasta la risa. Entre el cansancio extremo que arrastraba, la incapacidad de separar a mi bebé de mi cuerpo durante más de 3 minutos sin que llorara como si fuera el fin del mundo, y el estado de zona catastrófica de mis pobres bajos rajados, cortados y recosidos, no estaba yo para mucha “marcha”. Me quito el sombrero y olé por la que es capaz de tener sexo durante la cuarentena.

   Es muy frecuente que se tenga colgado el cartel de “cerrado por reformas” durante mucho tiempo, pero la reaparición de la libido también depende de cada una. Las que optamos por la lactancia materna pasamos muchos meses inundadas por la oxitocina, y podría parecer que es que no nos apetece darle al mambo, pero lo que ocurre es que las hormonas ejercen un efecto sobre nuestro cuerpo que hace que nos sintamos ya saciadas.

   Así que si nuestras parejas antes no querían porque les daba “cosica” la barriga, ahora nos lo van a tener que recordar, porque nosotras, entre lo atareadas que estaremos aprendiendo tantísimas cosas nuevas con nuestro bebé (y sobre todo aprendiendo a satisfacer sus necesidades), y lo satisfechas que nuestras hormonas nos tendrán, probablemente ni nos acordemos de ellos en ese sentido (pobretes).

   Se suele dar además por sentado que las parejas que practican el colecho con sus hijos, no mantienen relaciones sexuales, y siempre surge la misma pregunta: “¿Y vosotros cómo lo hacéis, si dormís con los niños?”. ¡Pues es de lo más divertido! Es como volver a la época de novios y aprovechar cuando surge la oportunidad, allá donde surja.


 ¡Ñiqui ñiqui!

4 comentarios:

  1. Uy, es que creo que en esto del sexo, la mayor parte del tiempo hombres y mujeres estamos condenados a no entendernos.

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    1. Ya se sabe, ellos son de marte y nosotras de venus ;)

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  2. Yo soy otra de las "cortadas" que no suele hablar mucho de "eso" en público. Pero menos mal que hay gente como tú que escribe este tipo de posts, para que las que van buscando información por internet los puedan encontrar y ver que no son las únicas.

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    1. Uy si yo te contara! También me corto mucho, no te creas, y mira que es una cosa de lo mas natural.
      Me viene al pelo este post de la srta ruthenmeyer http://srtaruthenmeyer.wordpress.com/2014/03/13/a-las-mujeres-no-nos-gusta-el-sexo/

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