sábado, 28 de septiembre de 2013

Bebés de alta demanda

   Cada bebé es un mundo. Una madre de 10 hijos te podrá decir que cada uno de ellos es diferente a los demás, y estas diferencias se notan desde que nacen. ¿Y cómo puede ser un recién nacido tan diferente a otro si todo lo que hacen es comer y dormir? Pues bien, podemos encontrar variaciones, por ejemplo, en cuanto a:


El sueño: Hay bebés que duermen muchas horas seguidas, otros echan siestas muy cortitas, y algunos apenas duermen nada.

La comida: Algunos bebés comen más cantidad en la misma toma, o bien hacen tomas más frecuentes.

La piel: Los hay que la tienen mucho más delicada y propensa a dermatitis y erupciones.

El llanto: Hay bebés que se quejan o gorjean y otros que desde el primer momento que abren la boca lo que les sale es un torrente que se oye a kilómetros.

Las alergias o intolerancias: tanto a ciertos tejidos de la ropa, productos químicos, pañales, componentes de la leche como la proteína de leche de vaca, etc.

(Y más etc.)


   Así que nos podemos encontrar con un “bebé nenuco”, que es como un muñequillo, todo el día dormidito, que come aproximadamente cada tres horas (vamos, lo que toda madre primeriza espera o desearía tener), que duerme durante toda la noche prácticamente desde que nace, y que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor hasta los tres o cuatro meses (o más tarde), o bien nos podemos encontrar con un bebé normal y corriente.


   Aunque también están los conocidos como “bebés de alta demanda”. Como lo normal es que un bebé llore, reclame a su madre, y no duerma una noche entera durante muchos meses (o años), la mayoría de madres podrían pensar “ah, pues el mío es de esos, de alta demanda, sí”.


   Y es que tenemos un concepto tan equivocado de lo demandante que se supone que tiene que ser un bebé que esperamos cosas de nuestros pequeños que luego por supuesto no suceden, y podemos llegar a pensar que es culpa suya, o nuestra porque no estamos haciendo bien las cosas.


   Me he encontrado con historias de madres desesperaditas porque su bebé no les duerme toda la noche ¡y ya tiene casi tres meses!... venga, por favor… 




   O también: “es que no me aguanta las tres horas entre toma y toma, se debe quedar con hambre porque a veces a las dos horas ya está pidiendo”, y es que nadie nos ha explicado que todo esto es lo normal, que el ciclo de sueño adulto se va desarrollando con el paso del tiempo, y que su estomaguito es pequeño y la leche la digieren enseguida, con lo que es normal que antes de que pasen un par de horas ya lo tengan vacío. No, para colmo lo que oímos es que hay que “enseñarles a dormir” y ponerles un horario de comidas.


   Señoras que creen que tienen un bebé de alta demanda, les aviso que lo más probable es que tengan un bebé de lo más normal, vamos, como tiene que ser un bebé.


   Un bebé altamente demandante es uno que necesita estar enchufado a su madre prácticamente todo el tiempo, y si lo desenchufas lo oyen llorar hasta en el extranjero. Es un bebé propenso a los gases y cólicos, con reflujo gástrico, que llora durante horas sin que se le pueda consolar con nada. Propenso a la dermatitis, que todo le pica, que necesita que toda su ropa sea de algodón 100%, que todas las marcas de pañales le dejan el culete rojo. Que te despierta de noche cada media hora (o menos), llorando como una fiera, aunque duermas a su lado, y hace esto hasta mucho más allá del año.


   Y lo que os estaréis preguntando es ¿es mi gansi un bebé de alta demanda? Pues ni blanco ni negro. Durante sus primeros meses de vida casi me aventuraría a decir que sí que lo era, y a partir de los seis meses, yo diría que su nivel de demanda ha pasado de normal tirando a altito, a totalmente normal, y cada día más independiente. Además, hay que tener en cuenta que los bebés tienen “rachas”, y hemos pasado crisis de crecimiento que para mí se quedan.


   Así que madres, alegraos de tener bebés normales, no esperéis de ellos cosas que van en contra de su naturaleza, por mucho que la sociedad os prepare para esperarlas. Y sobre todo, dad gracias por la salud de vuestros peques, porque un hijo enfermo o propenso a la enfermedad entraña un sufrimiento que sólo entiende una madre.





2 comentarios:

  1. Lo de las tomas es bastante difícil hacer entender a la gente (al parecer) que no hay horarios establecidos... que el bebé no es una máquina. Y claro como la hermana de.la vecina de Juanita tiene un bebe que come cada 4 horas, eso es lo normal y mi bebé se queda con hambre... mi leche no es buena y por eso demanda tantísimo.
    Recuerdo que al principio mi nene me pedia cada 10-15 min, o lo mismo le daba por ahi y tomaba a la hora. Al cabo de los.tres meses y medio digamos que se reguló y empezo a pedir cada dos horas... La verdad es que sí tuve suerte porque mi niño no ha sido de gases ni colicos ni nada por.el estilo siempre lloraba por hambre y eso tenía solución. También sus picos de crecimiento y su vageza cuando le.costaba ya sacar leche de no querer hacer fuerza, jajaja. Se ponia a llorar desesperado diciendo porque no sale tanta cantidad como hace unos segundos!!!! XDDD

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    1. Si la lactancia estuviera más extendida sabríamos interpretar esos llantos mejor. Lo que yo hacía era comprobar la temperatura, la ropa (por si algo se le clavaba), los deditos (por si se le había enredado un hilo o un pelillo), dar un masaje, y lo primero de todo, ante la duda: teta XD

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